viernes, 11 de septiembre de 2009

ÁNIMA DE LA YAGUARA (TEATRO ESCOLAR)

EL ANIMA DE LA YAGUARA

Maximiliano González, correo del ejército patriota, se desenvolvió entre la ciudad de Valencia y la población de Tinaquillo en el Estado Cojedes. Era querido y apreciado por los vecinos de la zona que continuamente recorría. Se distinguió por su don de gente y su solidaridad.
En uno de sus frecuentes viajes fue aquejado por fuerte fiebre y diarrea, enfermó gravemente y murió en un paraje solitario ubicado entre la quebrada de Barreras y el pueblo de Tocuyito. Fue encontrado después de varias semanas debajo de un árbol de yaguaro donde había buscado cobijo para resguardase. Su cuerpo no se corrompió, tampoco fue devorado por los animales, se disecó al sol. El hallazgo lo realizó un campesino quien avisó a otros compañeros. Lo sepultaron en el mismo lugar donde lo encontraron.

El prestigio de hombre probo que había cultivado en vida, las circunstancias que rodearon su fallecimiento y la preservación natural de sus restos mortales fueron motivo de asombro y originaron el culto a esta ánima calificada de milagrosa por el sentimiento popular.

Al poco tiempo de haber sido enterrado, se presentó la peste que afectó a grandes rebaños de ganado. Un criador de la región, muy preocupado al darse cuenta que sus reses estaban enfermándose, elevó su plegaria al ánima de Maximiliano González y pronto la peste cesó, así pudo conservar los rebaños. Agradecido por el favor recibido construyó una pequeña capilla en terrenos de su hacienda y trasladó los restos de Maximiliano González. Estos permanecen actualmente en ese lugar.

Muchas personas con el transcurrir de los años han invocado al ánima de la Yaguara, para pedir su intersección ante Dios con el fin de lograr la solución de los problemas que les han aquejado.

Delante la cripta donde reposan los restos de Maximiliano González se construyó hace unos treinta años, una capilla católica donde los domingos se celebra la santa misa. En la cripta los fieles del culto depositan velones, flores y toda clase de ofrendas materiales como testimonio por los favores recibidos.

Tema:  devoción popular
Idea Central:  el pueblo agradecido es capaz de rendir homenaje a sus benefactores y mártires para preservarlos del anonimato y el olvido.
Personajes
Maximiliano González: (Anima de La Yaguara): patriota, muere solitario, no se corrompe, pardo, servicial, bondadoso, responsable, creyente en Dios, no se le conocen familiares, encuentran su cuerpo por casualidad allí es sepultado, luego le construyen una capilla para agradecer un favor recibido.

Carolina: Campesina, amiga de Maximiliano, se ayudan mutuamente. Se encarga de difundir el culto después de la muerte de Maximiliano.

Benito: sobrino de Carolina, aprecia y agradece las atenciones que Maximiliano le brindó en vida. Es una de las personas que encuentran el cadáver disecado.

Simona: jovencita, compañera de Benito, fue curada de viruela, por Maximiliano dos años antes de su muerte..
Hilda: Madre, atribulada por la enfermedad de su hija de 21 años, es favorecida en sus ruegos y se convierte en devota.
Julia.: Devota, moderna, creyente del ánima de La Yaguara, alienta a Hilda y la reconforta, le informa acerca de esta ánima milagrosa.
July: hija de Hilda, estuvo enferma de gravedad y sanó, luego se convirtió en fiel devota, frecuentemente acude a la capilla del ánima de La Yaguara, para colocar ofrendas por los favores recibidos.

EL ANIMA DE LA YAGUARA
ESCENA I: LA FE ES LO ULTIMO EN PERDERSE
TIEMPO PRESENTE – TRIBULACIÓN – REFERENCIA INICIAL ACERCA DEL ANIMA DE LA YAGUARA
ESCENA II: LA ULTIMA VISITA
PASADO – ENCUENTRO CON MAXIMILIANO GONZÁLEZ ANTES DE SU MUERTE

ESCENA III: MAXIMILIANO SE FUE CON DIOS
PASADO - HALLAZGO DEL CUERPO INCORRUPTO – PRIMER ENTIERRO – INICIO DEL CULTO – PRIMER MILAGRO LA CAPILLA

ESCENA IV: EL CULTO CONTINUA HOY
PRESENTE – CURACIÓN- HILDA Y JULY SE CONVIERTEN EN DEVOTAS DEL ANIMA DE LA YAGUARA
El Anima de La Yaguara

Autora: Hilda Sorando

Versión teatral de la leyenda del mismo nombre, circunscripta al Municipio Libertador del Estado Carabobo, Venezuela

Personajes:
Maximiliano González (Anima de La Yaguara)
Carolina
Benito
Simona
Hilda
Julia
July
(LA ACCION SE DESARROLLARA EN DOS ESPACIOS ESCÉNICOS Y EN DOS TIEMPOS DISTINTOS. TIEMPO PASADO EN LA CASA DE LA SEÑORA CAROLINA, TIEMPO PRESENTE AL FRENTE DE LA CASA DE LA SEÑORA JULIA)



ESCENA I:  LA FE ES LO ULTIMO QUE SE PIERDE
(CALLE DEL BARRIO, MEDIODIA, ENCUENTRO DE DOS AMIGAS)

JULIA: Hola amiga. ¿Para dónde va tan apurada y con esa cara tan triste?.

HILDA: Para la casa ..... y después me devuelvo para el Hospital Central.¡Ayyyy, me estoy muriendo de pesar!

JULIA: ¡Hábleme, dígame!. ¿Qué me le está pasando?.

HILDA: July, mi hija, mi muchachita..... Se me enfermó. (LLORANDO).

JULIA: (ACARICIANDO LA CABEZA DE HILDA).
¿Qué tiene la muchacha? ¿salió embarazada?

HILDA: (ALZA LA VOZ)
¡Ojalá fuera eso, no hombre!

JULIA: (INTRIGADA)
Y .... entonces ...... ¿Qué es? ¿Qué tiene?

HILDA: Meningitis, es meningitis.

JULIA: (APENADA)
¡Ay mi santo Dios!, eso si que es grave.

HILDA: Ya sabemos que se salvará, vengo de hablar con el doctor.

JULIA: ¡Qué bueno! Y si es así ¿Por qué estás tan angustiada?.

HILDA: No sabemos si quedará bien. Los médicos dicen que si no vence la infección del cerebro, puede quedar ciega, o sorda, paralítica o boba. (SOLLOZA).

JULIA: No te desesperes amiga mía, hay que tener fe.

HILDA: ¿Y tu crees que a mí me falta?. Lo que pasa es que tengo miedo que Dios esté muy ocupado.

JULIA: Entonces busca quien interceda allá arriba por tu hija. Pídele con fervor al ánima de La Yaguara, es bendita y milagrosa, yo sé que te ayudará.

HILDA: Algo he oído de ella, pero en verdad no sé su historia, yo creo que para poder invocarla tengo que conocerla.

JULIA: No hay problema, si quieres vamos hasta su capilla, en el camino te cuento la historia. Vámonos por aquí.


ESCENA II:  LA ULTIMA VISITA
(MAXIMILIANO LLEGA AL RANCHO DE CAROLINA)

MAXIMILIANO: Buen día ¿Cómo están todos por aquí?
CAROLINA: ¡Pero Miren Quien llegó! ¿Cómo está señor Maximiliano (SONRIENDO).
Nos tenía preocupados, ¡tantos días sin pasar por aquí!
MAXIMILIANO: Estaba curando unos enfermos, pero ahora me tocó ir hasta Tinaquillo a entregarle un recado a la gente de mi General Linares.

CAROLINA: ¿No le da miedo, andar tan solo por esos caminos?

MAXIMILIANO: ¡Qué cosas tiene usted! Yo no estoy solo, siempre me acompaña Dios.
CAROLINA: Mire como tiene de mojada la ropa. Espérese que le voy a buscar unos pantalones de mi sobrino Benito, mientras le seco los suyos en el sol.
MAXIMILIANO: Muchas gracias, pero no puedo, no tengo tiempo. Me están esperando y no puedo entretenerme más.
CAROLINA: Y si se enferma, ¿Quién se lo va a agradecer?
MAXIMILIANO: ¿ Y quién le dijo a usted que yo hago las cosas para que me las agradezcan?
CAROLINA: Amigo, no se moleste. Yo le digo eso porque me parece que se puede enfermar de fiebre o de pulmonía.
MAXIMILIANO: Yo se lo agradezco mucho, pero eso sólo lo dispone Dios. Bueno, ahora tengo que irme (SONRIE). No se preocupe, pronto volverá a saber de mí.
CAROLINA: Tenga mucho cuidado. Los demás están para los conucos, pero yo les digo que Maximiliano González pasó por aquí.
MAXIMILIANO: Gracias amiga. Ya me voy.
CAROLINA: Bueno, adios. No se pierda, mire que por aquí lo apreciamos mucho.
ESCENA III: MAXIMILIANO SE FUE CON DIOS
(CASA DE CAROLINA, ENTRAN BENITO Y SIMONA, EMOCIONADOS)

BENITO: Tía (A CAROLINA), ¿quien fue la última persona que vió a Maximiliano González Vivo?.

CAROLINA: Ay mijito, ¿quién iba a ser?, fui yo. Un hombre tan bueno.......Yo le dije que se quedara pero no me hizo caso.

SIMONA: Estaba de Dios. Se murió en ese yaguaro. Quedó enterito y ni los animales se atrevieron a comérselo.

BENITO: Mucha gente no lo cree, pero fue así, lo enterramos allá mismo.

SIMONA: (LLORANDO). Yo le debo la vida a ese señor. Cuando me pegó la viruela hace dos años, fue el único que se me acercaba y todo el tiempo me cuidó.
CAROLINA: Deja de llorarlo , tonta, ahora es un ánima bendita. Anda hasta el yaguaro y rézarle. Haz lo que yo le digo a todo el mundo. Préndele sus velitas cuando tengas una tribulación.
SIMONA: Creo que tiene razón, ¡le han hecho caso!. Usted sabe que Don Gabriel le rogó para que la peste se alejara de sus vacas y el ánima lo favoreció.
BENITO: Ninguna se le ha vuelto a morir. El me contrató para hacer una capilla en su hacienda. Mañana empiezo, cuando esté lista pasamos el cuerpo para allá.
CAROLINA: (A BENITO)Que bueno, quiero ir a ver dónde es. Para que después no digan que yo no fui la primera que reconoció sus milagros.

SIMONA: Vámonos pues, yo los acompaño.
ESCENA IV: EL CULTO CONTINUA HOY
(FRENTE A LA CASA DE JULIA, HILDA Y JULY LLAMAN)

HILDA: (VOZ ALTA). Amiga Julia, ¡salga rápido para que vea!

JULIA: ¿Qué alboroto es ese?. ¡Pero si eres tu Hilda!.¿Por qué estás tan contenta? ¿ y esta muchacha ya se curó?

JULY: Si estoy de lo mejor, vivita y muy sana.Gracias a Dios y a Maximiliano González, el ánima de La Yaguara.

JULIA: (A HILDA). ¿No se lo dije yo?. Si señora.
HILDA: (SEÑALA A JULY) Vinimos para que nos acompañe a la capilla, a agradecer el favor.

JULY: Hoy celebran misa allá porque es domingo. Después podemos entrar en el cuartico de atrás y le encendemos estos velones y le ponemos estas flores como prueba de agradecimiento.
JULIA: Con mucho gusto voy.Esperen que me ponga unos zapatos (CORRE A CAMBIARSE Y REGRESA).Ya estoy lista, podemos ir.

JULY Entonces Vámonos hasta la capilla del ánima de La Yaguara. (SALEN LAS TRES).

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